Mi pasado y mi presente están
congestionados de mil almas,
unas buenas, unas malas,
algunas sin identidad propia.
Con la luz de la luna se reflejan sus sombras,
unas blancas, unas negras,
algunas otras escondidas, turbias.
Se deslizan entre las cortinas, entran por las ventanas,
unas caminan, unas se arrastran,
algunas otras permanecen estáticas.
Se van y regresan como el aire en invierno,
unas ruidosas, unas discretas,
algunas otras nisiquiera regresan...
|